+569 88034461 info@cenfa.cl

El último tiempo hemos podido ver cómo la salud mental de muchas personas se ha deteriorado significativamente desde la pandemia. Es más, muchos de nosotros ya teníamos conflictos sin resolver y la pandemia solo los hizo evidentes. Dejando sin efecto los grandes esfuerzos que a diario hacemos por ocultar lo que realmente nos pasa.

En el día a día, cuando nos saludan y nos dicen Hola, ¿cómo estás?, muchos de nosotr@s respondemos «bien» y tú?

Ese tipo de respuesta se ha vuelto tan automática, que muchas veces dejamos pasar momentos valiosos en los que podemos encontrar un pequeño instante de desahogo con alguien de confianza.

No les estoy diciendo que cada vez que alguien les pregunte cómo están, ustedes tengan que dar un informe completo de cómo va su vida. Solo los invito a dejar de responder como robots.

La respuesta al «Hola, ¿cómo estás?, bien y tú?», se convierte en una puerta cerrada que esconde nuestros problemas, penas y cansancios más profundos, y que decidimos ocultar por miedo a no ser escuchados y comprendidos. Pero al cerrar esta puerta, no solamente te estás negando la posibilidad de desahogarte y estar bien, sino que también le estás cerrando la puerta a la oportunidad de que el/la otro/a te escuche, te comprenda y te apoye.

Muchas veces contestar «estoy bien» y no contar realmente lo que nos pasa, lo hacemos porque creemos que vamos a estar «molestando» o no queremos «ser un problema», lo que esconde un gran miedo, el de ser rechazados y no encontrar la contención que esperábamos. Lamentablemente si nos encontramos en este punto, nos perderemos de mucho. Nos perdemos momentos valiosos con nuestros padres, hijos o amigos. El poder conversar y desahogarnos con ellos y ver que estaban ahí para nosotros, nos ayudará a ver la realidad y darnos cuenta de que ese miedo de convertirnos en una «molestia o un problema», era una ilusión.

Puede que, en estos momentos no lo estés pasando bien y tu respuesta sea «estoy bien», pero te invito a que le abras la puerta a tu familia o seres queridos para que te apoyen y que junt@s conviertan este momento de desesperanza por el que estás pasando, en un espacio de amor y contención. ¡Date la oportunidad!