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La realidad de un mundo cada vez más globalizado, nos invita a reflexionar y replantearnos el concepto de tolerancia. Convivimos con diferentes culturas, distintos pensamientos, religiones y opiniones. En este contexto, nos cuestionamos ¿Cómo experimentamos la tolerancia en nuestra vida cotidiana?

Los seres humanos somos diferentes y vivimos en una sociedad diversa, lo que constituye una excelente oportunidad de enriquecer y nutrir nuestras ideas en base al conocimiento, respeto y comprensión de quienes nos rodean.

Tolerar significa que cuando nos referimos a ideas, opiniones o concepciones del mundo, no existe una verdad única. La libertad de manifestar nuestras ideas, por medio de nuestra forma de vida, constituye un derecho y debe ser respetado. Esto, siempre en el contexto de respeto a los derechos humanos y respeto a la dignidad de todas las personas.

Según la UNESCO, para lograr la tolerancia, debemos fomentar el conocimiento, la actitud de apertura, la comunicación, la aceptación y la libertad de pensamiento, conciencia y religión. Para esto, debemos centrar la educación en valores, de tal manera que los niños y niñas sean tolerantes y generen relaciones desde el respeto de los derechos y libertades de todos y todas.

Los seres humanos nacemos libres de prejuicios y muy distanciados del concepto de discriminación; los vamos adquiriendo cuando en nuestro entorno observamos esas ideas o conductas.

Entonces, educar en la tolerancia y el respeto es esencial para formar seres humanos preparados para cohabitar en un mundo donde cada vez más, nos relacionamos con distintas formas de vida y culturas. Construir espacios libres de discriminación y donde predomine la cultura de la paz, nos hará seres humanos más íntegros, libres y felices, enriquecidos a partir del conocimiento y el respeto de otras maneras de vivir.

La familia y la comunidad juegan un rol fundamental en esta tarea, pues es allí donde se comienza a experimentar el valor de la tolerancia, se aprende el respeto por el otro y aceptación de las diferencias.

Como adultos tenemos una gran responsabilidad de entender que la tolerancia constituye un valor indispensable para poder vivir y crecer como sociedad de forma armónica e inclusiva.