Con una convivencia entre Adultos Mayores y Niños y Niñas concluyó el taller Abuelos/as y Nietos/as: un puente de amor en el Centro Abierto Santa Adriana de la comuna de Lo Espejo. El taller ofrece un espacio lúdico y didáctico intergeneracional que apunta al respeto por el otro, donde se invita a reconocer, expresar y compartir emociones básicas, generar empatía entre ambos roles y a utilizar la tecnología y otras herramientas como vínculo de comunicación afectiva entre ambas generaciones.
Los abuelos y abuelas juegan un rol fundamental en la educación de los niños y niñas. Ellos representan la imagen de “unidad familiar”. Esto hace que el niño o niña se sienta seguro y estable emocionalmente. Además, son los responsables de transmitir las tradiciones y valores propios de cada familia. Por ello es fundamental fortalecer el vínculo emocional entre los Adultos Mayores y los niños y niñas.
La familia desempeña un papel relevante en la evaluación que hacen los Adultos Mayores de su calidad de vida. El bienestar de hijos y nietos aparece como parte integral de su propio bienestar. En esta etapa, las relaciones suelen ser de dependencia: o bien los adultos dependen de algún familiar (hijos, nietos, pareja) o bien uno o varios familiares dependen de una persona mayor. La vida familiar en la actualidad se tensiona por las largas jornadas laborales, el cuidado de los niños, las enfermedades de la vejez, las adicciones, el uso de la tecnología, entre otras. En estas realidades se generan situaciones complejas y muchas veces difíciles de sobrellevar para los Adultos Mayores. Ellos manifiestan que requieren capacitarse y aprender, adquirir habilidades para enfrentar situaciones de su vida cotidiana que les demandan respuestas que muchas veces no son capaces de dar.
Según nuestra experiencia de trabajo con familias, los esfuerzos por apoyarlas y acompañarlas no solo deben centrarse en la familia nuclear sino también en la familia ampliada. El vínculo entre abuelo/as y nieto/as tiene un gran potencial, porque ambos se nutren emocionalmente, se favorece la cohesión social intergeneracional y es una relación donde hay cariño sincero, desinteresado y en la que el acompañamiento es enriquecedor, por lo que brinda muchos beneficios que perduran a lo largo de la vida.
El taller Abuelos/as y Nietos/: un puente de amor, fue realizado gracias al financiamiento de una subvención presidencial.